Mujeres y hombres que con decisión, gallardía y heroísmo han marcado con su sangre y ejemplo la historia de todo un pueblo, han forjado las bases de la paz, la soberanía y la unidad nacional; son ellas y ellos combatientes revolucionarios que, desde su sangre indígena nicaragüense, forjaron sin temor alguno sentimientos de acción y lucha en contra de las tiranías e injusticias que quisieron y quieren imponernos para doblegarnos.
A esas mujeres y hombres nicaragüenses, hoy primero de julio se les reconoce, porque en el mes de la victoria revolucionaria, de la luz en la oscuridad, son combatientes, militantes y orgullo nicaragüense, quienes, sin dudarlo jamás, defendieron y respaldaron la integración y ejecución de ese proyecto nacional de persona, familia y comunidad, del que hoy día todas y todos somos parte.
Por esa y otras miles de razones es que, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó la Ley que declara el Primero de Julio “Día del Combatiente”, como un acto de justicia histórica y reconocimiento a su valentía, sacrificio y compromiso revolucionario, determinando así las celebraciones en todo el territorio nacional, con la integración de todas las instituciones estatales, la familia, la comunidad y la juventud de todos los tiempos, esa que es patrimonio nacional y representa el orgullo militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
El homenaje a los pilares de nuestras conquistas populares cobra sentido en cada acto de amor a favor del pueblo, en el reconocimiento a nuestra historia y los caminos que nos llevan a reafirmar los valores de patriotismo, solidaridad y coraje, además el reconocimiento a los avances históricos alcanzados en educación, salud, trabajo, infraestructura y fortalecimiento de un sinnúmero de derechos para cada nicaragüense, todos alcanzados de la mano del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional.
Así que, ¿Cuál es nuestro compromiso?, sigue siendo el mismo, la defensa de los ideales rojinegros, pues solo esos garantizan un futuro de paz, prosperidad, bienestar social y unidad nacional en nuestra tierra.