Félix Rubén García Sarmiento nació en Nicaragua un 18 de enero de 1867 y aunque con apenas 14 años, comenzó a escribir en periódicos de la época y publicó cuentos y relatos, ha sido su obra en verso la que le ha llevado a ser considerado una figura indispensable de la literatura universal.
Sin saberlo, su inquietud literaria estaba fraguando un nuevo movimiento que uniría la poesía española y americana: el Modernismo. Aunque su primera colección de poemas Abrojos, publicado en 1887, ya dejaba entrever su particular estilo, fue un año después cuando su obra Azul revolucionó el mundo de las letras con un movimiento novedoso, en el que el lenguaje, la métrica, la rima y la propia sonoridad del poema cobraban protagonismo.
La poesía de Darío dejó atrás las normas estrictas del Realismo y huyó de lo cotidiano, considerado vulgar. Rubén Darío fue un viajero incansable y eso le ayudó a escribir de todo y por todo el mundo.
Rubén Darío vuelve a Nicaragua
El 26 de noviembre de 1915 Rubén Darío regresa a Nicaragua y a juicio del estudioso Dariano, Francisco Bautista Lara, esto se debió a diferentes causas, la primera fue porque Monseñor Lezcano solicitó al arzobispo de Guatemala -de ese entonces- que convenciera al poeta nicaragüense de regresar a Nicaragua, luego de residir en ese país centroamericano por invitación del propio presidente guatemalteco, Manuel Estrada Cabrera.
Darío también regresa a Nicaragua, porque su hijo Rubén Darío Contreras, -procreado con su pareja Francisca Sánchez, le dice que se fuera con Rosario Murillo a Nicaragua, en ese entonces esposa del poeta. Su hijo le dice que no necesita nada y que lo que le tenía que dar a él se lo diera a su hijo menor que se había quedado en Barcelona con su anterior pareja.
El tercer motivo fue que el poeta sentía que su salud ya no daba más y es por eso que decide hacer maletas, y el 26 de noviembre de 1915 llega a Corinto.
Tránsito a la Inmortalidad de Rubén Darío
El 1 de febrero de 1916, Darío está en León, en una casa modesta del barrio San Juan, en una habitación sencilla de paredes blancas, de un solo piso, sin cielo raso, sin cuadros ni obras de arte. Acostado en un catre negro comprado por Murillo en un almacén de la ciudad.
Afuera se intensificaba la presencia de la gente, interesada en la salud del poeta.
Los médicos descartaron que tuviera pus en el hígado, pero deciden operarlo. Después de dos operaciones, entre las que tuvo tiempo para hacer su testamento. Darío muere el 6 de febrero de 1916 a los 49 años, en brazos de Rosario Murillo. Fue sepultado hasta el 13 de febrero, en la Catedral de León.
¿Rubén Darío murió joven?
No. Aunque Rubén solo tenía 49 años y hoy todos estaríamos de acuerdo en que murió joven, situados en contexto, la media de esperanza de vida a finales de siglo XIX era de aproximadamente 48 años. Por lo que Darío, a pesar de todo, no murió especialmente joven en relación a sus contemporáneos.
Lo cierto es que su muerte conmueve a la intelectualidad del idioma; en numerosísimos poemas, artículos y discursos se reconoce y exalta su calidad de clásico de la lengua española.