Hace 95 años, un 13 de mayo de 1929, nace en el barrio El Calvario de la ciudad de León, Pascual Rigoberto López Pérez, el Héroe Nacional, el poeta y guerrillero, símbolo de patriotismo en la historia nicaragüense.
Desde una familia humilde, Rigoberto se fue formando atraído por la literatura, la escritura, la música y la poesía, con el tiempo fue forjando su visión política, humanista y sobre todo su amor a la Patria. Rigoberto fue creando además su convicción revolucionaria con el rechazo al tirano que asesinó al General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino; al tirano que ejecutaba órdenes del extranjero invasor de todos los tiempos, al tirano que mantenía sumergida a Nicaragua en el analfabetismo, la pobreza y la desigualdad social.
Todo lo antes mencionado fue plasmado a través de los poemas del joven revolucionario, la idea para luego pasar a la acción y propiamente el 21 de septiembre de 1956, Rigoberto decide ajusticiar a Anastasio Somoza García desde la Casa del Obrero en León, donde se celebraba una fiesta para la postulación de una nueva candidatura del dictador.
Un revólver calibre 38 y 5 disparos marcaron el inicio del fin de la dictadura somocista en Nicaragua y ello a manos de un joven de 27 años, que murió acribillado por disparos, pero su misión fue cumplida. La gesta heroica de entrega y sacrificio de Rigoberto no fue en vano, fue la luz que alumbró hacia un nuevo futuro para Nicaragua; un ejemplo de decisión, de coraje y por ello en una carta a su mama decía “Mi muerte no ha sido un sacrificio, sino un deber que espero haber cumplido”.
Rigoberto, hoy se está cumpliendo tu sueño de una Nicaragua libre e independiente, de la mano de un gobierno revolucionario que construye un mejor futuro para las y los nicaragüenses; hay más trabajo, más educación, más salud, más igualdad y más restitución de derechos; como tú Rigoberto, hoy hay hijos que la aman y la siguen defendiendo desde todas las trincheras posibles, porque Nicaragua es y siempre será libre.