Un día como hoy, hace 38 años, la revolución dio vida al espíritu de justicia y equidad consagrado en la Constitución Política de Nicaragua, documento que marcó un antes y un después en la construcción del marco legal y democrático, bajo la mística revolucionaria que orienta la convivencia, los derechos y deberes de los ciudadanos, así como la organización del Estado. El 9 de enero de 1987, la Asamblea Nacional culminó su labor constituyente con la aprobación de la nueva Constitución, un logro histórico que fue promulgado ese mismo día por el presidente de la República, comandante Daniel Ortega Saavedra, ante el pueblo reunido para celebrar la consolidación de los ideales que guiaron la revolución hacia una Nicaragua más justa y equitativa. Esta Constitución nació iluminada por la lucha anti-intervencionista de Benjamín Zeledón, por el legado inextinguible del General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, en el heroísmo de Rigoberto López Pérez, en el ejemplo inmortal de Carlos Fonseca Amador, y el espíritu indomable de todas las generaciones de héroes y mártires que, con su sangre y su valentía, labraron el camino hacia a autodeterminación y la soberanía nacional. El proceso de consulta para el diseño, elaboración y redacción de esta carta magna emergida bajo la mística sandinista entre 1984 a 1986, conto con la participación y opinión de todos los sectores políticos, religiosos, sociales, profesionales, trabajadores, estudiantes, campesinos, empresarios, pueblos originarios y afrodescendientes, personas con discapacidad y todo el pueblo en general, liderado por el comandante Carlos Núñez Téllez, quien es reconocido como el «Padre de la Constitución». Reforma Parcial a la Constitución Política de la República de Nicaragua El 22 de noviembre de 2024, durante la continuación de la Cuarta Sesión Ordinaria de la XL Legislatura de la Asamblea Nacional de la República de Nicaragua, se debatió y permitió, tanto en lo general como en lo particular, y en primera discusión, de acuerdo con el procedimiento especial establecido en los artículos 192 y 194 de la Constitución Política de Nicaragua, así como el artículo 102 de la Ley N°. 606, Ley Orgánica del Poder Legislativo de Nicaragua, con sus reformas vigentes, la iniciativa identificada con el registro 202410072, titulada “LEY DE REFORMA PARCIAL A LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE NICARAGUA”. Esta Reforma Constitucional, que reafirma la Independencia, Soberanía y Autodeterminación de Nicaragua, responde al compromiso del Gobierno Sandinista de promover el Bien Común mediante el ejercicio del Poder Soberano por el Pueblo presidente. Este poder lo representa sus hombres y mujeres; los obreros; los campesinos; los emprendedores; los administradores, administradoras y asistentes del hogar, así como todos aquellos que, con su trabajo productivo y dedicación, contribuyen al bienestar colectivo, al bien común y una vida digna. También se fundamenta en el vigor de su gloriosa juventud, el sacrificio de sus heroicas madres y la fe de los cristianos que, comprometidos con Dios, se han unido a la lucha por la liberación de los oprimidos. Este esfuerzo incluye intelectuales, artistas solidarios con el pueblo, partidos y organizaciones democráticas, patrióticas y revolucionarias, que, en conjunto, aportan a la defensa integral de la Patria, fortaleciendo los ideales de unidad y soberanía nacional. https://www.youtube.com/watch?v=rTJlnRKkfrA
La tarde de este 8 de enero, familiares, amigos, militantes Sandinistas y miembros de la comunidad universitaria de la UNAN-León, se reunieron en el municipio de Achuapa para rendir homenaje al compositor nicaragüense, Don José Adán Hernández Rocha, quien el pasado 7 de enero emprendió su tránsito a la inmortalidad, tras una trayectoria artística revolucionaria. La Alcaldesa del municipio de León, Cra. Guissela Lacayo, manifestó que el Gobierno Municipal de León, en uso de sus facultades otorgadas por el artículo 177 de la Constitución Política de Nicaragua y el artículo 28, numeral 4, de la Ley 40, Ley de Municipios y sus reformas, otorga la «Orden Cultural Doctor Edgardo Buitrago Buitrago» al destacado músico y cantautor Don José Adán Hernández Rocha. Durante su intervención, la Cra. Alcaldesa destacó que el Cro. Hernández Rocha, violinista nato y creador de la emblemática polca El Grito del Bolo en 1931, dejó una huella imborrable en la historia musical del país. «Su destacada trayectoria artística y cultural lo consolida como un verdadero ícono de la música popular nicaragüense», señaló la alcaldesa al momento de entregar el reconocimiento póstumo. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por UNAN-León (@unanleon) Por su parte, el Cro. Wilber Salazar, Vicerrector de la UNAN-León, destacó durante la lectura del Acuerdo de Pésame de la comunidad universitaria, la invaluable contribución que Don José Adán Hernández Rocha realizó a lo largo de su vida artística. “En representación del consejo de dirección, docentes, administrativos y estudiantes de la UNAN-León, lamentamos la partida física del compañero José Adán Hernández Rocha, quien nos deja un legado musical que perdura como una invaluable contribución al país”, finiquitó Salazar. El homenaje póstumo incluyó además de la imposición de la Orden Cultural “Doctor Edgardo Buitrago Buitrago” y de la lectura de acuerdos pésame, la entrega floral y guardia de honor, rindiendo tributo a este gran ícono de la música nicaragüense y a su invaluable legado cultural. Vida y Legado de José Adán Hernández Don José Adán Hernández Rocha, autor de la icónica polka “El Grito del Bolo”, nació el 1 de febrero de 1918 en la pintoresca comunidad de Las Lajas, Achuapa. Orgulloso de sus raíces humildes, Hernández encontró en la música una conexión profunda con la esencia de su pueblo. Fue a los 14 años cuando, guiado únicamente por su instinto y su amor por el arte, aprendió de manera autodidacta a tocar el violín. Para él, el violín no era simplemente un instrumento, sino un compañero inseparable, un vehículo para transformar sentimientos y vivencias en melodías que hablaban de la cotidianidad y los sueños de los nicaragüenses. Cada nota que emanaba de sus cuerdas parecía estar impregnada de la calidez del campo, de la lucha silenciosa de los trabajadores y del espíritu revolucionario del pueblo. La Rompe Caite, La Menesterosa, La Guayleña (zapateado), La Renqueadita (corrido), El Apasionado (vals) y La Campesina (mazurca) son solo algunas de las joyas musicales que forman parte del rico repertorio de Don José Adán Hernández. Estas composiciones no solo deleitaron las festividades populares de su querido pueblo natal, sino también cimentaron un legado cultural que trascendió generaciones, especialmente a través del grupo musical “Los Norteños”. El legado artístico de Don José Adán Hernández es inmortal. Su vena creativa, que fluyó con tanta fuerza durante su vida, seguirá viva en sus hijos, nietos, bisnietos y en los casi 500 miembros de su familia, quienes lo recordarán como una figura clave de la cultura nacional. Pero su influencia no se detiene ahí; su obra y espíritu permanecerán en el corazón de todas y todos los nicaragüenses que reconocen en él un emblema del talento y el arte nacional.